12/5/08

...Mi Tristeza...



Cuando nació mi Tristeza, le prodigué mil cuidados
y la vigilé con amorosa ternura.

Y mi Tristeza creció como todos los seres vivientes,

fuerte y hermosa y llena de maravillosas gracias.

Y mi tristeza y yo nos amábamos,
y amábamos al mundo que nos rodeaba.

Pues mi Tristeza era de corazón bondadoso,

y el mío también era amable cuando estaba llena de Tristeza.


Y cuando hablábamos, mi Tristeza y yo,
nuestros días eran alados y nuestras noches estaban engalanadas de sueños;
porque mi Tristeza era elocuente,

y mi lengua también era elocuente con la Tristeza.


Y cuando mi Tristeza y yo cantábamos juntos,
nuestros vecinos sentábanse a la ventana a escucharnos;
pues nuestros cantos eran profundos como el mar,

y nuestras melodías estaban impregnadas de extraños recuerdos.

Y cuando caminábamos juntos, mi tristeza y yo,

la gente nos miraba con amables ojos,
y cuchicheaba con extremada dulzura.
Y también había quien nos envidiara,

pues mi Tristeza era un ser noble,
y yo me sentía orgullosa de mi Tristeza.

Pero murió mi Tristeza, como todo ser viviente,

y me quedé sola, con mis reflexiones.

Y ahora, cuando hablo, mis palabras suenan pesadas en mis oídos.

Y cuando canto, mis vecinos ya no escuchan mis canciones.

Y cuando camino sola por la calle, ya nadie me mira.

Sólo en sueños oigo voces que dicen compadecidas:

"Mirad: allí yace la mujer a la que se le murió su Tristeza".

3 comentarios:

Presentes Ausencias dijo...

Cuando la tristeza nos abraca, deberíamos cerrar los ojos un rato y escuchar, sólo escuchar loq eu la naturaleza nos canta, loq eu la brisa trae en sus alas o simplemente...lo qeu el corazón susurra leve.

Me gustó encontrate en este mundo del blog.

Un saludo.

Migdalia

Presentes Ausencias dijo...

corrijo.
nos abarca
lo que
lo que
lo que

como notarás , mis dos dedos siempre me traen problemas al escribir, son autonomos y hacen lo que quieren...8escribo con dos dedos, no soy mecanógrafa)

Unknown dijo...

Tiene unos aires de Poe. Amar la tristeza es algo muy extraño. No estoy seguro si mi caso es uno de ellos. Pero de lo que estoy seguro, es que aquel estado de ánimo es una de mis fuentes de inspiración. Me guste o no. A veces quisiera que así no fuera, ya que en momentos de felicidad, simplemente no tengo palabras...